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lunes, 17 de diciembre de 2018

Cadete A 2 - CD Padre Pío 4: "No se salva ni uno (o casi)"

Decimotercera jornada 4ª Andaluza cadete, Grupo III. 15 de Diciembre de 2018
En la anterior crónica decía que si el equipo no salía enchufado desde el pitido inicial, este partido podría complicarse, y no me equivoqué.





El equipo, a tenor de lo rápido que llegaron los dos goles, podría parecer que salió enchufado, y tener encarrilado el partido. Pero los dos goles fueron dos churros, uno de rebote y el otro, más que rematar, el balón rebotó en la cabeza de nuestro delantero. Pero lo peor del asunto, es que nuestros jugadores se lo creyeron y pensaron que el equipo rival era un pelele, con unos delanteros muy malos. Pues se pasaron de listos, ya que el equipo rival demostró ser muy serio, y los delanteros, por muy malos que fueran, que no lo eran, marcaron más goles que los nuestros, que a tenor de lo visto y oído antes del partido, con aires de superioridad, y después, con escusas y sin autocrítica, van de estrellitas. Además, salvo dos o tres jugadores, que salieron con los puños apretados, a ninguno le pareció importar la derrota, ya que salían del vestuario más pendientes de los móviles y del jaja jiji que de analizar sus propios errores.




Y es que cuando a un edificio sólido, como es este equipo, se le vienen abajo sus principales pilares, acaba ocurriendo lo que esta jornada, que se viene abajo. Al equipo le falló la disciplina, cada jugador quiso hacer la guerra por su cuenta, y si no eres Rambo, o Chuck Norris, acaban haciéndote picadillo. El orden, corrían por el campo como pollos sin cabeza, detrás de unos rivales que jugaban con ellos como si fuesen benjamines. Un centro del campo sólido y resolutivo que hoy ha desparecido y una delantera letal, que esta mañana no ha dado una a derechas.




Si a todo esto añadimos que, salvando a tres o cuatro jugadores, casi todos defensa, la actitud y el compromiso han brillado por su ausencia, el resultado no podría ser otro que la primera derrota ante un equipo que, sin muchas dudas, va a ser el que decidirá el campeonato.

Sólo la defensa se ha parecido algo a lo que hemos visto en lo que va de temporada, pero al no tener nada de contención en la delantera y en el medio campo, se han visto arrollados una y otra vez por las llegadas en avalancha de los visitantes. Por suerte, la actuación de Yeray Carlos, Cata, Dani Román, Javi y Mateo ha evitado que la goleada haya sido humillante.




Al comienzo del partido, el rival pareció tener algo de miedo escénico, salió con algo de respeto, por el historial de competición de los nuestros, y así hubo varios minutos de aparente dominio local.

En el minuto tres, Dani López centró al área, pero Adam no llegó a controlar el balón,

En el cuatro, Josema remató fuera un córner sacado por Cata

En el seis llegó el uno a cero, Dani López puso un centro bombeado al área, donde Josema remató a la media vuelta, su centro rebotó en un defensor, colándose lentamente en la portería. Uno a cero, y parecía que la historia iba a repetirse.

Dos más tarde llegó el segundo, un córner sacado desde la derecha de la portería visitante, lo remató Adam a puerta vacía en el segundo palo.




Ahí pudo estar la clave del partido, el equipo se vio demasiado sobrado, pensó que esto iba a ser un paseo, y se relajó en exceso.

También es cierto que faltó el acierto cara a puerta habitual en el equipo. En el diecinueve Dani López disparó flojo al cuerpo del portero.

En el veintidós Dani López centró a Josema, pero este disparó fuera. Dos después fue Josema el que puso el balón en largo a Dani López que centró desde la línea de fondo, el balón acabo paseándose por dentro del área sin que nadie lo alcanzase.

En el veintisiete, Agus condujo el balón hasta la línea de fondo, su centro acabó en córner Tras el saque del córner, los nuestros se descolocaron, permitiendo el contraataque visitante, Mateo llegó justo, luchó en el borde del área con el delantero, al que acabó derribando, cometiendo el penalti que supuso el uno a dos. Yeray estuvo a punto de pararlo, pero el balón iba con mucha potencia.




En el treintaiuno Agus remató alto un saque de esquina. Cinco después pudo marcar Alvarito, pero no llegó bien al centro de Josema.

Empezaron los visitantes a creérselo poco a poco, y así en el cuarenta, un centro al área tuvo que atajarlo Yeráy para evitar que se convirtiese en el empate.

En el cuarentaiuno pudo cambiar el rumbo del partido, si el disparo de Dani López, desde fuera del área, hubiese ido unos centímetros más abajo, pero su disparo golpeo el larguero, y Josema no llegó al rebote con suficiente comodidad para rematar a puerta vacía.

En el cuarentaitrés Agus cabeceó alto un centro desde la derecha de Dani López.




Todo el mundo esperaba la reacción del equipo tras el descanso, pero esta vez, Rafael no pudo reajustar las piezas, y los cambios, a diferencia de otras jornadas, no surtieron el efecto revulsivo acostumbrado, más bien fue el contrario el que salió convencido de poder remontar y creyendo en sus posibilidades, fue el equipo visitante.

Así, en el siete, un contragolpe del Padre Pío, dejó solo al atacante frente a Carlos, al que batió por debajo de las piernas, consiguiendo el dos a dos en el marcador.




Una tras otra se sucedían las ocasiones en ambas porterías, mucho más peligrosas en la local que en la visitante, y la sensación de que se avecinaba desastre, era cada vez más intensa.

Ni un libre indirecto en el quince, dentro del Área del Padre Pío tuvo peligro suficiente para inquietar al portero visitante.




Tuvieron ocasiones Dani López, Hugo Rodríguez, Josema, Agus, Nico, pero salvo un disparo desde fuera del área de Nico que el portero envió a córner con un Paradón, ninguna, dio la sensación de que fuese a cambiar el marcador a nuestro favor.

Se dispuso de más de diez saques de esquina, pero ninguno se aprovechó, es más alguno de los contragolpes del Padre Pío vinieron a raíz de una segunda jugada a la que nunca llegaron los nuestros. Afortunadamente, la jerarquía de Dani Román, la velocidad y determinación de Cata y Mateo, y la seguridad de Javi, consiguieron evitar el peligro.



Pero tanto va el cántaro a la fuente, que al final, se acaba rompiendo, y en el minuto treintainueve, un saque de banda llegó al extremo del padre Pio, que antes de que lo alcanzase nuestro defensa consiguió levantar el balón por encima de Carlos, que no pudo evitar que los rivales se pusiesen por delante en el marcador.

Carlos hizo un Paradón en el minuto cuarentainueve, pero su rechace cayó a pies de un rival, que completamente solo, y a puerta vacía certificó la hecatombe con el definitivo dos a cuatro.



Hoy no calificaré a los jugadores uno a uno, porque los porteros, poco pudieron hacer en los goles, Yeray estuvo a punto de parar el penalti, y Carlos estuvo vendido en los que le marcaron a él.

Los defensas fueron los mejores, Cata, Dani Román, Javi, Mateo, fueron los únicos que tuvieron actitud, y evitaron que el desastre haya sido mayor.

El centro del campo ha estado irreconocible, desganado, descolocado, desesperado, y la delantera, mejor ni hablar. No han peleado los balones, han estado descolocados, sin posibilidad de segundas jugadas, y como si el partido no fuese con ellos.

Hay un par de jugadores, en ataque que saben jugar mucho mejor de lo que lo han hecho esta semana, algunos los he visto en categorías superiores a la que jugaban ellos, en este mismo club y, siendo uno o dos años más pequeños, han sido los mejores del partido, Quizás les falte confianza para intentar hacer lo que saben, pero el equipo necesita que sean valientes y lo intenten.

Si además, los tres o cuatro jugadores clave en este equipo, no aparecen, ni para crear ni para destruir, y, en vez de tirar de sus compañeros hacia delante, se contagian de su desgana, el equipo pierde toda su personalidad y pasa lo que pasa.

El árbitro, pese a hacerlo mal, no es la escusa, ni la causa de la derrota, mejor mirarnos el ombligo y hacer autocrítica, porque el partido no sólo lo ganó el Padre Pío, lo perdió cada uno de nuestros dieciséis jugadores, quince, porque Rafael no vio oportuno hacer jugar a Fran, y quizás sus ganas por agradar hubiesen ayudado. Lo perdió Rafael porque no dio con la clave para solucionar los problemas, o no pudo hacer reaccionar a sus jugadores. Y lo perdimos los de fuera porque no supimos animar a los chavales para sacarlos del letargo.

Espero que esto haya sido un simple lapsus, que haya servido como cura de humildad y toque de atención, para que no se vuelva a repetir, y para que la noche antes de los próximos partidos, actúen con la suficiente responsabilidad y compromiso con el equipo como para dejar el Fornite, y el móvil de las narices, a una hora responsable y consecuente con el compromiso para con el equipo.

O eso, o que diga si están dispuestos a comprometerse con el objetivo, o prefieren tirarlo por la borda y dedicarse a otras cosas.

Quizás sería conveniente que el club empiece a buscar sustitutos para los que no quieran comprometerse, o para los que ya han abandonado el barco, dejando menos opciones al mister.

Hasta la próxima
Aúpa Manantial

y….. ¿La obra p´a cuándo?

José Antonio Aguilar.



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