Sinceramente, esta semana no me apetece escribir nada, porque, cuando pienso que calificativo usar para lo visto en esta jornada, para lo que me ha transmitido el equipo, se me ocurren cosas como, vergonzoso, humillante, desesperante, desilusionante, descorazonador, patético, ninguno positivo, por más que quiera buscar algo que salvar.
Perdió el equipo la posibilidad de seguir metiendo presión miedo a la Oliva, ante un rival infinitamente inferior, que con actitud, ganas y fe en sí mismo, acabó creyendo en una remontada ante un equipo que iba arrastrándose por el césped, como si ninguno de sus jugadores quisiera estar ahí. Un equipo que demostró, de nuevo, que sólo ellos tienen en sus manos ganar o no esta liga, y que, por lo visto esta semana, no quieren hacerlo.
Y no quieren, porque, de querer, lo harían sin esfuerzo, porque en la primera mitad, sin casi romper a sudar, se pusieron cero a tres con una facilidad pasmosa, con tanta superioridad que se les subió a la cabeza y que los emborrachó, hasta tal punto, que perdieron su personalidad, pareciendo un equipo de patio de colegio, sin intensidad defensiva, sin centro del campo, y, con el mejor ataque de toda la liga, incapaz de crear peligro en toda la segunda mitad.
Se le podría echar a culpa al pésimo arbitraje, pero de haber jugado, como todos sabemos que saben hacerlo, habrían arrasado a un rival, que igual que en el encuentro frente al Padre Pío, no ganó un partido, fueron los nuestros los que dejaron escapar dos puntos.
Ya, desde el pitido inicial se les notó a los jugadores de amarillo su falta de motivación, andando por el campo, sin intensidad, sin buscar desmarques, algún chispazo de Agus por la banda, sacando a relucir toda la potencia de sus piernas, pases precisos de Dani Román y de Nico, velocidad de Hugo Rodríguez, y el gol de Dani López, pero como digo, faltaba la actitud ganadora del equipo.
Sin esfuerzo, en el minuto cinco, Nico cortó un balón en su zona, puso un pase a la espalda de la defensa donde Dani López se escapó en velocidad y sorteó la salida del portero, poniendo el cero a uno en el marcador. Antes habían tenido ocasiones, el propio Dani López, Adam, Hugo Páez, y, especialmente, Dani Román, con un magnífico lanzamiento de falta, que se estrello en el larguero, cuando el portero estaba ya batido.
Los siguientes quince minutos fueron una sucesión de acercamientos a la portería local, hasta que una jugada por la banda derecha, acabó con un centro al área de Agus, para que Dani López la cruzase, fuerte, y por bajo, poniendo el cero a dos en el marcador.
El cero a tres vino tras una pillería de Dani López, que, cuando todos estaban todavía colocándose, sacó de esquina en corto para Alvarito, que se la puso a Hugo Páez que en el punto de penalti cabeceó para conseguir el cero a tres. Y ahí se acabó el partido para los nuestros, Se dejaron ir hasta tal punto, que, lo que en el descanso se barruntaba como una nueva goleada, acabó siendo una cura de humildad en toda regla.
Desde el saque de centro en la reanudación, los locales se comieron a los nuestros, los superaron una y otra vez en defensa, remataron sin oposición, cada vez que centraban al área, y dejaron en ridículo constantemente a unos jugadores, que parecía prebenjamines, ante un equipo profesional. Así vinieron los tres goles que, de haber tenido enfrente a un equipo de un nivel medianamente aceptable podrían haber sido muchos más.
Además, ni el centro del campo estaba, ni se le esperaba, ni, la delantera se movía para dar a sus compañeros una opción de jugar en vertical. Sólo cuando ya el desastre era casi inevitable, vimos un pequeño amago de reacción, pero, si a que el equipo local ya estaba más que crecido le añadimos, la falta de acierto de los nuestros cara a portería, y un arbitraje que anulo, por inexistente fuera de juego el que podría haber sido el gol de la, inmerecida victoria, el casi, se esfumó, y el equipo volvió a dejar claro que no quiere ganar esta liga, que las alturas le da vértigo.
Hoy no voy a valorar a los jugadores individualmente, porque salvo algo de carácter de Dani Román, algunos minutos de Agus en la primera parte, y los goles de Dani López, no puedo decir nada bueno del equipo, es más prefiero callarme lo que pienso de alguno, para no hacer sangre. Es que por no ser ellos mismos, ni a Carlos se le escuchó en todo el partido hacer lo que hace siempre, animar a los suyos, colocarlos, incordiar al árbitro, nada, ni eso tuvimos esta semana.
Y bueno, para poner la guinda al pastel, la tangana que formaron al final del partido, hace que sienta vergüenza ajena por los que defienden unos colores que, desde hace años, siento como míos.
Esperemos que no se vuelva a repetir algo como lo visto esta semana, y podamos volver a sentir orgullo por formar parte de este equipo.
Hasta la próxima
Aúpa Manantial
y….. ¿La obra p´a cuándo?
José Antonio Aguilar.
Perdió el equipo la posibilidad de seguir metiendo presión miedo a la Oliva, ante un rival infinitamente inferior, que con actitud, ganas y fe en sí mismo, acabó creyendo en una remontada ante un equipo que iba arrastrándose por el césped, como si ninguno de sus jugadores quisiera estar ahí. Un equipo que demostró, de nuevo, que sólo ellos tienen en sus manos ganar o no esta liga, y que, por lo visto esta semana, no quieren hacerlo.
Y no quieren, porque, de querer, lo harían sin esfuerzo, porque en la primera mitad, sin casi romper a sudar, se pusieron cero a tres con una facilidad pasmosa, con tanta superioridad que se les subió a la cabeza y que los emborrachó, hasta tal punto, que perdieron su personalidad, pareciendo un equipo de patio de colegio, sin intensidad defensiva, sin centro del campo, y, con el mejor ataque de toda la liga, incapaz de crear peligro en toda la segunda mitad.
Se le podría echar a culpa al pésimo arbitraje, pero de haber jugado, como todos sabemos que saben hacerlo, habrían arrasado a un rival, que igual que en el encuentro frente al Padre Pío, no ganó un partido, fueron los nuestros los que dejaron escapar dos puntos.
Ya, desde el pitido inicial se les notó a los jugadores de amarillo su falta de motivación, andando por el campo, sin intensidad, sin buscar desmarques, algún chispazo de Agus por la banda, sacando a relucir toda la potencia de sus piernas, pases precisos de Dani Román y de Nico, velocidad de Hugo Rodríguez, y el gol de Dani López, pero como digo, faltaba la actitud ganadora del equipo.
Sin esfuerzo, en el minuto cinco, Nico cortó un balón en su zona, puso un pase a la espalda de la defensa donde Dani López se escapó en velocidad y sorteó la salida del portero, poniendo el cero a uno en el marcador. Antes habían tenido ocasiones, el propio Dani López, Adam, Hugo Páez, y, especialmente, Dani Román, con un magnífico lanzamiento de falta, que se estrello en el larguero, cuando el portero estaba ya batido.
Los siguientes quince minutos fueron una sucesión de acercamientos a la portería local, hasta que una jugada por la banda derecha, acabó con un centro al área de Agus, para que Dani López la cruzase, fuerte, y por bajo, poniendo el cero a dos en el marcador.
El cero a tres vino tras una pillería de Dani López, que, cuando todos estaban todavía colocándose, sacó de esquina en corto para Alvarito, que se la puso a Hugo Páez que en el punto de penalti cabeceó para conseguir el cero a tres. Y ahí se acabó el partido para los nuestros, Se dejaron ir hasta tal punto, que, lo que en el descanso se barruntaba como una nueva goleada, acabó siendo una cura de humildad en toda regla.
Desde el saque de centro en la reanudación, los locales se comieron a los nuestros, los superaron una y otra vez en defensa, remataron sin oposición, cada vez que centraban al área, y dejaron en ridículo constantemente a unos jugadores, que parecía prebenjamines, ante un equipo profesional. Así vinieron los tres goles que, de haber tenido enfrente a un equipo de un nivel medianamente aceptable podrían haber sido muchos más.
Además, ni el centro del campo estaba, ni se le esperaba, ni, la delantera se movía para dar a sus compañeros una opción de jugar en vertical. Sólo cuando ya el desastre era casi inevitable, vimos un pequeño amago de reacción, pero, si a que el equipo local ya estaba más que crecido le añadimos, la falta de acierto de los nuestros cara a portería, y un arbitraje que anulo, por inexistente fuera de juego el que podría haber sido el gol de la, inmerecida victoria, el casi, se esfumó, y el equipo volvió a dejar claro que no quiere ganar esta liga, que las alturas le da vértigo.
Hoy no voy a valorar a los jugadores individualmente, porque salvo algo de carácter de Dani Román, algunos minutos de Agus en la primera parte, y los goles de Dani López, no puedo decir nada bueno del equipo, es más prefiero callarme lo que pienso de alguno, para no hacer sangre. Es que por no ser ellos mismos, ni a Carlos se le escuchó en todo el partido hacer lo que hace siempre, animar a los suyos, colocarlos, incordiar al árbitro, nada, ni eso tuvimos esta semana.
Y bueno, para poner la guinda al pastel, la tangana que formaron al final del partido, hace que sienta vergüenza ajena por los que defienden unos colores que, desde hace años, siento como míos.
Esperemos que no se vuelva a repetir algo como lo visto esta semana, y podamos volver a sentir orgullo por formar parte de este equipo.
Hasta la próxima
Aúpa Manantial
y….. ¿La obra p´a cuándo?
José Antonio Aguilar.
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