Terminé mi anterior crónica con el deseo de que esta de hoy fuese la crónica de una victoria de nuestros chicos, y el deseo se ha cumplido.
El cambio de actitud del equipo de la semana pasada a esta ha sido espectacular, si en el terreno del Andalucía Este fueron un grupo de zombis sin sangre deambulando por el césped,
este sábado fueron un equipo de futbol, con juego rápido y vertical, pases al hueco, solidez en defensa, un centro del campo muy superior al rival, y un ataque letal.
Será el trabajo en los entrenamientos, será la calidad de los jugadores, que la tienen y mucha, será la mano del equipo técnico, será el campo de juego, o será el guaraná, pero lo visto este sábado en Alcosa, fue un partidazo de nuestros chavales.
Parece que los entrenadores han dado ya con el once tipo, que, desde la portería a la delantera saben lo que tienen que hacer, dónde situarse en el césped, y como moverse, y que los que salen desde el banquillo para darle un respiro a los "titulares", mantienen el mismo nivel de compromiso, concentración y efectividad.
El partido empezó con Adrian bajo palos, una línea de cuatro defensas, compuesta por Ismael, Daniel José, Beleño y Ana, con Javi Madroñal, Álvaro Amoedo, y Pablo Lafuente en el centro del campo, y un triplete letal en ataque formado por Rubén, Dani López y Agustín.
Desde el principio los chicos de la U.D. dejaron claro que este iba a ser un encuentro muy diferente al de la semana pasada, el repaso de los técnicos en el vestuario debió ser de órdago, bien posicionados en el campo, concentrados, jugando el balón con criterio, acudiendo a las ayudas en defensa y a los apoyos en ataque cuando fue necesario.
En la portería, Adrián cumplió con el poco trabajo que tuvo, la defensa fue un muro casi infranqueable, donde Beleño mandó como nos tiene acostumbrados, Daniel José estuvo rapidísimo al corte y en las ayudas, Ismael cerrando la banda derecha, y una Ana, que ha encontrado el sitio donde se siente cómoda, y que con su coraje y entrega hacen pensar que tendremos un gran lateral izquierdo esta temporada.
El centro del campo tuvo a Álvaro Amoedo como cerebro, distribuyendo juego, a Javi Madroñal cubriéndole las espaldas y sacando el balón jugado, y la nueva incorporación, Pablo, subiendo la banda con velocidad y bastante calidad, fueron una segunda línea de defensa y ataque, que dejó bastante libertad de movimiento al tridente atacante.
Arriba, Rubén se ve algo mermado por una lesión en el pie que le resta esa chispa que sabemos que tiene y que nos va a dar mucho que celebrar en próximos encuentros, pero aun así llevó bastante peligro con su velocidad, regate y visión de juego. Dio bastante pases al hueco a Agustín, que aprovechó su velocidad y poderío físico, para superar a la defensa rival y conseguir dos de los cuatro goles del equipo. Los otros dos fueron de Dani López, el primero, aprovechando un nuevo pase en profundidad de Rubén, que lo dejó con campo por delante para regatear al portero y ajustar el balón al palo izquierdo, y el segundo, de nuevo, al rematar un córner sacado por Beleño desde la izquierda. Echamos en falta algún que otro lanzamiento de falta del pequeño extremo.
Con los de ayer, ya son 6 los goles que suman entre los dos, 3 cada uno, aunque por un error con los dorsales en el acta del primer partido, sólo aparecen con 2 en la clasificación de goleadores.
En cuanto a los futbolistas que salieron desde el banquillo, todos cumplieron con creces con su trabajo, Abel, convocado desde el Alevín para cubrir la baja de Jaime, tuvo varias intervenciones bastante meritorias, incluso en el gol del Altaír, rechazó por dos veces los remates de los atacantes rivales, pero no pudo evitar que al tercer intento el balón acabase en el fondo de la portería.
David, Alejandro, Javi y Sergio salieron con la misma motivación y concentración que los futbolistas a los que sustituyeron, cumpliendo a la perfección con su trabajo.
En resumen, un partido casi perfecto, al que si hubiese que ponerle algún pero, serían un par de errores al sacar el balón desde la defensa, y algo de falta de fondo físico aún en algunos jugadores, aunque todo ello, se puede arreglar en los entrenamientos.
Un gran partido de los nuestros, que los que estuvimos allí, que deberíamos haber sido más, disfrutamos desde el principio hasta el final.
Habréis visto que esta vez no he mencionado al señor colegiado, y es que este, con algún fallo, normal, para los dos bandos, hizo un arbitraje casi perfecto.
Esperemos que crónicas como esta sean frecuentes, con una victoria de nuestro equipo, con un juego bonito, y sin que el del silbato sea protagonista.
Hasta la próxima.
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