Fresca mañana de Diciembre la que ha acogido este último partido de 2018 para los chavales del Cadete A, ante un rival, el Portaceli, que ha querido sacar partido de su campo, por cierto, en pésimas condiciones, y de la hora del partido, una hora a la que, hasta las gallinas todavía estaban remoloneando bajo sus edredones de plumas.
Una mañana, en la que el sorteo de Navidad de la lotería, competía en los auriculares con la retransmisión de Oswaldo Ramírez, que cantó tres veces el gordo de los goles de nuestro equipo, y que pudo cantar muchos más, si Dani López, que acabó desesperado, y vendado, hubiese convertido ocasiones de gol que, en sus botas, acaban en la red en un 99 % de las veces.
Recuperó el equipo algo de su identidad, no toda, porque quedaban algunos restillos de la caraja de la semana pasada, a pesar de la acumulación de bajas, que dejó a Rafael con la única carta de Hugo Páez, como refresco de sus jugadores de campo.
Pese a todo, la recuperación de jugadores como Álvaro Amoedo, que volvió a hacerse amo y señor del centro del campo, y de los alrededores, de Agustín que convirtió los dos primeros de la UD, y de Adán, que volvió a sacar partido de su estatura, hizo que los tres puntos subiesen al casillero de la UD, que se va de vacaciones en un segunda plaza, que, no se a ustedes, a mí, me sabe a poco.
Comenzó la UD atacando, en el minuto cuatro, Amoedo condujo la pelota hasta las inmediaciones del área local, sacando un zapatazo que se marchó por encima del larguero.
En el seis, un saque de esquina desde la derecha de nuestro ataque, pudo convertirse en el cero a uno. Primero casi consiguió Cata un gol olímpico cuando el portero no pudo hacerse con la pelota, y después, tras varios rechaces e intentos de despejes, Nico con un disparo desde dentro del área, que acabó despejando un defensor colegial.
La tuvo Agus en el diecisiete, pero su derechazo desde dentro del área, acabó desviado a córner por la defensa.
En el veintinueve, una jugada en nuestra área dio lugar a un contragolpe, en el que Dani López se marchó de dos defensores, encaró al portero, que pudo hacerle penalti, y después de salir trastabillado, consiguió sacar un disparo que acabó despejando un defensor cuando ya se encaminaba hacia el fondo de la portería.
Un minuto después, otro saque de esquina, esta vez ejecutado por Alvarito desde el lado contrario, pudo convertirse en gol olímpico, pero de nuevo el portero y la defensa local acabaron evitando que la UD se pusiera por delante en el marcador.
En el treintaicinco, una jugada precisa y preciosa, que se inició en nuestra línea de defensa, la prolongó Amoedo sin dejarla caer, lo mismo hizo Adan al primer toque, y Dani López que se la dejó a Agus para que disparase a puerta, encontrándose de nuevo con el portero local.
Pudo incluso adelantarse el equipo local, cuando un contragolpe por la izquierda de su ataque, acabó en un disparo a bocajarro que buscaba superar por arriba a un Carlos que, con unos reflejos y una agilidad increíbles, desvió el balón, este rebotó en el larguero, creando una nueva ocasión de gol, que esta vez, por bajo, volvió a desbaratar nuestro bravo cancerbero.
Pero el gol tenía que llegar para quien más lo había buscado, y merecido, una internada de Agus en el cuarentaiuno, por el costado izquierdo del área del Portaceli, la culminó él mismo con un disparo cruzado que acabó besando las redes, y poniendo así el cero a uno en el marcador.
A renglón seguido, pudo empatar el equipo colegial, pero el disparo bombeado desde fuera de área, acabó saliendo por la línea de fondo, cuando Carlos parecía que no iba a poder llegar.
De nuevo Carlos evitó el empate, segundos después, cuando con la punta de los dedos desvió a córner un cabezazo desde dentro del área.
Con cero a uno se llegó al descanso, y con la sensación de que el equipo, pese a haber recuperado algo de su juego, seguía sin ser el de las primeras doce jornadas, y que, si no se ampliaba la ventaja, la cosa se podría torcer en una jugada tonta.
A los cuatro minutos de la reanudación, Agus puso un balón en profundidad para Dani López que no pudo sortear a un portero que acabó despejando su intento de vaselina.
En el once, Dani López fue derribado en el borde del área, el posterior saque lo envió Cata por encima de la portería.
En el diecinueve, Hugo Páez se marchó por potencia de los defensores que intentaron pararlo, y entre él y Agus consiguieron el segundo de la UD que daba algo más de tranquilidad a los de Rafael, aunque no demasiada, ya que el Portaceli no había bajado todavía los brazos.
En el veinticuatro, de nuevo Agus le puso el balón en profundidad a Dani López, que quiso controlar con el pecho delante del portero, este acabó quitándoselo y evitando el tercero de la UD.
En el treintaicuatro, Amoedo puso un balón, desde el centro del campo, para que Adam impusiese su altura en el punto de penalti, y con un cabezazo evitase la salida del portero, consiguiendo así el cero a tres que a la postre sería definitivo.
Y es que en el cuarenta, Dani López consiguió batir al portero con una preciosa vaselina, pero el árbitro estimó que estaba en posición antirreglamentaria, por lo que el gol no subió al marcador.
Pudo hacerlo Adam a la media vuelta desde el borde del área, pero su disparo se marchó fuera. Corría el minuto cuarentaiuno.
Otra vez pudo hacerlo Dani López, tras un pase de tacón de Adam, pero su vaselina se marchó alta por poco.
Pudo hacerlo Adam a la media vuelta desde el borde del área, pero su disparo se marchó fuera. Corría el minuto cuarentaiuno.
Otra vez pudo hacerlo Dani López, tras un pase de tacón de Adam, pero su vaselina se marchó alta por poco.
La desesperación de Dani López hizo que el cuarto no subiese al marcador, al rematar sobre la línea de gol un disparo de Hugo Páez, que el árbitro anulo, porque Dani López estaba en fuera de juego. De no haber tocado la pelota, habría sido un gol totalmente legal.
Con el cero a tres se llegó al final del partido, y del año 2018, en lo que a fútbol se refiere. Un partido marcado por el lamentable estado del terreno de juego, con muchos agujeros y bultos, piedras, las líneas mal pintadas, lo que impidió el juego de los nuestros. Aunque como decía Johan Cruiff, los grandes futbolistas y los grandes equipos, donde lo demuestran, es en los campos en peor estado. También influyeron las bajas, las ausencias de Josema por sanción, de Javi López, y de Fran, que unidas a las ya fijas de Pablo Lafuente y Mahmoud dejaron al equipo sin posibilidad de cambios, algo que pesó mucho en las piernas de unos chavales, que prácticamente no tuvieron descanso. Y la hora, más temprano, imposible, aunque parece que esta vez, los jugadores si se fueron a la cama antes.
Uno a uno,
Carlos, parte de la victoria es culpa suya, evitó que los colegiales se pusieran por delante en el marcador, y que consiguieran empatar a uno, con intervenciones de mucho mérito, llenas de reflejos y agilidad. En lo demás, Carlos es Carlos, metido en el partido, mandando a los suyos, y haciendo ver al árbitro cosas que, tal vez, no había visto.
Yeray, tuvo un par de intervenciones de mérito, aunque en la segunda parte el rival inquietó menos, siempre estuvo atento y concentrado para deshacer cualquier intento de los rivales de poner en peligro el resultado. Bastante bien.
Álvaro, más parecido a lo que nos tiene acostumbrados que la semana pasada, firme en defensa, incisivo en ataque y preciso en los pases. Cuando la cabeza la tiene donde los pies, es un valor muy grande para este equipo.
Dani Román, es el jefe de la defensa, manda y coloca a los suyos, las pocas veces que hace falta, atento a las coberturas, y a los intentos de internada de los rivales.
Mateo, es una garantía de seguridad. No se complica, siempre elije la mejor opción para los intereses del equipo a la hora de destruir el juego rival. Puso algunos balones bastante peligrosos para sus delanteros.
Cata, su par nunca pudo con él, no dio opciones a que se crease peligro por su banda. Cada vez más fino en los saque de esquina, y en las jugadas a balón parado. Cuando sube la banda, casi siempre acaba creando peligro para la portería rival.
Amoedo, volvió a ser el de siempre, y el equipo lo notó. Se hizo dueño del centro del campo, y corrió a apagar fuegos allí donde hizo falta. También se puso el traje para sacar algún pase preciso, como el del cero a tres, y para conducir el balón hacia la portería contraria.
Nico, bastante bien, defensivamente no tuvo muchos problemas, impuso su físico y su calidad a los rivales. Tuvo un par de ocasiones de gol pero no le acompañó la suerte.
Adam, mucho más implicado que la semana pasada, en defensa ayudo al equipo, y en ataque, sacó a pasear su diestra un par de veces. Sobre todo, impuso su estatura en los balones aéreos. Cazó casi todos los saques de portería, y el centro de Amoedo en el cero a tres.
Hugo Rodríguez, algo más confiado en sus posibilidades, pese a que el campo no favoreciese su juego veloz e impulsivo. Jugó con la portería rival metida entre ceja y ceja. Le faltó marcar, pero ya llegará
Agustín, dos goles y varios pases de gol que no llegaron a convertir sus compañeros. Ganó casi siempre la pelea a sus rivales por potencia y tesón. Buen partido el suyo.
Dani López, si el partido dura dos horas más y quitan al portero, tampoco marca. Lo intentó de todas formas y desde todos sitios, pero hoy no tenía su mañana. Eso sí, lo dio todo, se peleó hasta con su sombra en ataque, y bajó a defender cuando hizo falta.
Hugo Páez, salió con muchas ganas desde el banquillo, peleó casi todos los balones, y se acabó llevando muchos de ellos por cabezonería y potencia. Pudo marcar dos goles, pero uno lo acabó metiendo Agus, y el otro lo invalidaron porque tocó Dani López. Cada vez más cerca de su verdadero nivel.
El árbitro, se equivocó un par de veces, no pitó un penalti sobre Dani López cuando se iba solo para encarar al portero, y quizás demasiado fino para anular algunas jugadas por fuera de juego. En general, bien.
Bueno, ahora vienen un par de semanas de vacaciones para los chavales, en las que no disfrutaremos de su fútbol. Esperemos que les sirva para descansar, y poner en claro sus ideas y los conceptos buenos, y los menos buenos, que les han llevado a estar donde están esta temporada. Esperemos que a la vuelta, el fin de semana de después de reyes, nos vuelvan a brindar una victoria. Unos reyes a los que habrá que pedirles un pinchazo de la Oliva, o dos, y que los nuestros no vuelvan a tener una pájara como la de la jornada pasada.
Sin más me despido hasta después de las vacaciones, deseando a toda la familia de la UD Manantial, unas muy felices fiestas, y un 2019 en el que se cumplan todos vuestros deseos, y nos hagan nuestro campo.
Hasta la próxima
Aúpa Manantial
y….. ¿La obra p´a cuándo?
José Antonio Aguilar.
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